Un Barça de nuevo espeso, pareció recordar en la primera parte que la goleada en Riazor del miércoles pasado fue solo un espejismo. Con su equipo titular de nuevo, le costó superar el entramado defensivo de Abelardo durante todo este primer tiempo debido, sobre todo, a la poca velocidad en su juego y a la falta de acierto en los metros finales.
Incluso si Abelardo se hubiera atrevido a poner a un jugador
más ofensivo y de más calidad que Menéndez, quizá hubiera podido convertir
alguna de las ocasiones claras que tuvo en la portería culé. Pero fueron los
azulgrana quienes no perdonaron y en el minuto 12 de partido se avanzaron en el
marcador tras un despeje de Cuellar, que fue intimidado por Suárez y Messi solo
tuvo que rematar de cabeza desde el punto de penalti e introducir el balón en
las mallas del portero asturiano. Justo después, el mismo Messi pudo sentenciar
el partido pero el “Pichu” Cuellar sacó una pierna providencial para salvar a
su equipo. En ese momento, se acabó el Barça de la primera parte e incluso el
Sporting hubiera podido empatar el partido al filo del descanso si Mascherano y
Piqué no hubieran estado tan acertados sacando sendos balones bajo palos, con
Bravo ya superado.
Al inicio de la segunda mitad, no parecían cambiar mucho las
cosas y los hombres de Luis Enrique seguían dormidos en el campo como fiándolo todo
a ese marcador tan justo. Hasta que sobre el minuto 60 Messi dijo basta. Se
cargó el equipo a la espalda y le hizo jugar como quiso. El 2-0 llegó en el
minuto 63 tras una genial asistencia de Iniesta, habilitado por el mismo Messi,
que le cede el balón a un Suarez, en fuera de juego, que sólo tiene que
empujarlo dentro de la meta Sportinguista. El delantero uruguayo se acordó de
su promesa a Candela y sacó una camiseta en apoyo a la enfermedad que ella
padece, el PKU.
Tras éste segundo gol, el partido fue un vendaval de juego y
goles culés, eso sí, los tres siguientes llegaron de penalti. El primero en
unas manos claras e inocentes dentro del área y el segundo tras un derribo,
también claro e inocente, a Neymar. Ambos penaltis fueron transformados en gol
por Luis Suárez, ya que Messi le cedió el honor para que siga luchando por el
Pichichi y la Bota de Oro. El tercer penalti sólo lo vio el árbitro, tras un
enganchón de Vranjes a Neymar que, además, supuso la expulsión del jugador
serbio por doble amarilla. El mismo Neymar se encargó de transformarlo, tras un
gesto de sus dos compañeros de tridente para que el brasileño recupere la
confianza perdidas tras un nuevo partido donde no le salió nada.
A sólo a tres minutos del final, otra vez Luis Suarez, con
un disparo ajustado desde la izquierda, se encargó de materializar la media
docena de goles y su segundo póker consecutivo que le dejan tres goles por
encima de Cristiano en la lucha por el Pichichi.
Partido con una sensación agridulce para los culés que son
conscientes que tienen que mejorar mucho si quieren ganar los tres partidos que
les faltan y sobre todo, el próximo, el sábado que viene en el Benito Villamarín
contra el Betis, que seguramente sea el más complicado de los tres.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
No hay comentarios:
Publicar un comentario