miércoles, 3 de agosto de 2016

EL BETIS: CORTO Y MEDIO PLAZO

Si ha habido una manera de calificar lo que en líneas generales ha deparado al Betis en su Historia, esa ha sido la de, en muchos casos, la urgencia; mal endémico que no suele llevar a buen puerto cuando las expectativas superan la realidad.
La coyuntura del Betis plantea el panorama de un club cuyo balance de números destinado para las adquisiciones ( que incluyen todo tipo de nóminas y rescisiones de jugadores considerados inservibles, mas lo ingresado por el traspaso de N´Diaye ), se acerca a la línea de un límite que, tal y como está el mercado, no capacita al club como para realizar una o dos inversiones elevadas; de ahí que para cerrar la plantilla se trabaje por lo menos en un fichaje de pago, mas una incorporación procedente de una cesión.

La expectación generada en la afición ha sido elevada, pues a las obras de Gol Sur, radio y televisión, ascenso del Betis Femenino, absorción del equipo de fútbol sala, patrocinio y mantenimiento del equipo de basket, la misma prensa local fue sembrando, endulzando y alimentando el terreno de las ilusiones en nuestros seguidores, sin freno alguno. Para colmo, una pretemporada aún con varias lizas en disputa, va saliendo a pedir de boca, acrecentándose en una enorme cantidad de béticos una ilusión que se aleja de toda prudencia conocida en mucho tiempo. Por si fuera poco, Haro se juega devolver dinero a los socios en el caso de que el Betis no supere la clasificación del año anterior. De hecho, en visita a la PB de Brenes, en marzo de este año, el rector verdiblanco afirmó que: " Un Betis más grande es lo más importante, tanto en el apartado deportivo como institucional. Vamos a crecer en el presupuesto destinado a la primera plantilla para abandonar la incertidumbre que supone cada año huir del descenso. En un primer paso, el Betis debe estar entre los diez primeros, para más adelante aspirar cada año a los puestos europeos”. Evidentemente se refería a esta Temporada, la 2016-17.

Por lo tanto, la apuesta de Haro es fuerte, pero aún así es muy recomendable la prudencia aún, máxime cuando, insistiendo en el principio del artículo, la economía quizá dicte la baliza sobre la que debe partir el Betis, unida por supuesto al necesario acierto de Torrecilla y de Gustavo Poyet, cada uno en su labor correspondiente. Finalmente, el balón será quien dicte cual será la realidad deportiva que va a vivir esta entidad.
Y la objetividad nos dice que bajo legítimas aspiraciones, el Betis debe ser un club exigente consigo mismo, pero a la vez prudente bajo ese panorama que limita la economía y la solvencia, el crecimiento a la postre. El octavo lugar no es igual que el décimo, pero a su vez este puesto no es lo mismo que el doceavo; se ingresará algo más o algo menos por lugar clasificatorio, pero los beneficios básicos seguirán ahí.

Sabemos de cierta entidad que comenzó de cero, incluso con una deuda a sus espaldas, pasó al menos un trieno en la zona media de la clasificación hasta que luego vino lo que vino. El Betis debe, sobre el papel y el dictado de los números, aceptar una transición lo más tranquila posible, ir solventando lo que resta de la deuda, acumular ingresos por varias fuentes ( que incluirán el nuevo aforo del Estadio ) y consolidar de esta forma y con unas estructuras ampliadas paulatinamente, una base más perenne y de mayor calidad para el primer equipo. De esta forma, quizá de aquí a dos o tres años, el club estará preparado para dar el gran salto sin excusas. Porque, sin ser pretenciosos, sabemos que en ocasiones el Betis ha sido capaz de encaramarse cerca de lo más alto, a veces de forma inexplicada e inesperada; y si este año sucediera algo similar, habrá que ir revisando las nuevas opciones ante una también nueva situación que no se debería soltar. Pero por el momento, tranquilidad y piés sobre el suelo.

Articulo hecho por Rafael Medina.

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