Noche mágica ayer en el Camp Nou para los culés que sirvió para resarcirse de la derrota liguera del pasado sábado ante el Alavés en el mismo escenario.
Luis Enrique se dejó de experimentos y apostó por uno de sus
once más titular posible, sólo con los cambios de Umtiti entrando por
Mascherano y André Gomes sustituyendo al capitán Iniesta, aun cogiendo el tono
físico tras su lesión. Y la verdad es que ninguno de los dos desentonó en el
partido ante el Celtic de Glasgow.
Todo se puso de cara para los azulgrana en el minuto 2,
cuando Leo Messi recogió un balón dentro del área, escorado en la izquierda y
lo clavó en la mismísima escuadra de De Vries, sin que nadie se lo esperara. El
Barça dominaba y tocaba el balón casi a placer pero, cuando lo perdía, también
era capaz de presionar muy arriba al Celtic y recuperarlo de manera inmediata.
Muy felices se las prometía el Barça desde el inicio, pero
todo pudo estropease en el minuto 23 cuando una contra del Celtic era desbaratada
por Ter Stegen, que derribó a Dembelé dentro del área y el árbitro no dudó en
señalar penalti. El mismo portero alemán se encargó de enmendar su error y,
después de jugar al despiste con el joven delantero del Celtic, le paró el
penalti e hizo estallar al Camp Nou, que coreó su nombre sin descanso.
Y del posible empate a 1 se pasó al 2 a 0, cuando la magia
de Messi y Neymar se juntó al borde del área escocesa, donde hicieron bailar a
seis jugadores de su rival, hasta conseguir alojar el balón dentro de la portería
contraria. 2 a 0 y el partido no tendría más historia para los católicos de
Glasgow, que verían como el Barça les pasaba por encima en la segunda mitad.
En el descanso, y viendo bastante claro como pintaba el
partido, Luis Enrique decidió darle descanso a Rakitic y darle 45 minutos a
Iniesta para que volviera a coger ritmo de competición. El equipo no echaría de
menos el enorme trabajo del croata, porque vino un vendaval de goles que el
Celtic fue incapaz de parar y no se asomaron para nada a la meta de Ter Stegen
en toda la segunda mitad. Sólo a los 5 minutos y, tras marcar Messi dos goles,
el argentino le cedió una falta en la frontal del área a su compañero Neymar y
éste, como agradecimiento, la clavó dentro de la portería de De Vries, que
llegó a tocar el balón pero nada pudo hacer ante la potencia del disparo.
Sólo diez minutos después, el capitán Andrés Iniesta, poco
dado a meter goles, nos regaló una obra de arte, tras un centro de Neymar desde
la banda izquierda, empaló una volea sin dejar caer el balón, que dejó
maravillados a todos los espectadores.
Pero la voracidad de estos jugadores no se queda aquí. Leo
Messi consiguió su hat trick sólo un minuto después del gol de Iniesta, tras
aprovechar un centro de un generoso Luis Suárez desde la derecha. El argentino
se lanzó a por el balón para hacer subir un nuevo gol al marcador.
Pero si con un 5 a 0 había alguien que no estaba del todo
satisfecho, éste era el gran goleador Luis Suárez que todavía no había visto
puerta. Pero esto se acabó en el minuto 74, cuando Neymar le puso un balón
dentro del área, el uruguayo lo controló con el pecho y fusiló la meta de De
Vries con una estética volea con su pierna zurda.
Para finalizar la goleada, el mismo Luis Suárez, aprovecharía
un regalo de Leo Messi en forma de asistencia y, con sólo estirar la pierna,
culminó una noche de Champions brillante para los hombres de Luis Enrique.
Buena carta de presentación para el equipo culé en busca de
su sexta Champions League y serio aviso
a todos sus rivales europeos, que sirvió para decirles que éste equipo no se
conforma con lo logrado y siempre quiere más.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
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