CRÓNICA: FC BARCELONA 4-0 MANCHESTER CITY

Y EL ALUMNO LE VOLVIÓ A GANAR AL MAESTRO

El Camp Nou se volvió a vestir anoche de gala para recibir al Manchester City de Pep Guardiola y Claudio Bravo, que volvían a casa con los colores del rival.

Partido muy táctico el que nos esperó al principio, con dos equipos que querían el balón y se tenían mucho respeto, pero las cosas empezaron a torcerse para el Barça cuando en el minuto 7, Jordi Alba se resintió de la lesión que tuvo en la última convocatoria de la Selección Española, tuvo que retirarse y dejarle su sitio al recién llegado Digne, que se las tuvo que ver el resto del partido con el velocista Sterling.

Pero en el minuto 16, Iniesta y Messi combinaron en la frontal del área, el argentino fue el más listo de la clase y recogió el pase del manchego, que dejó el balón muerto en el punto de penalti y tras el resbalón de Fernandinho, logró driblar a Bravo hasta en dos ocasiones, para luego acompañar el balón dentro de su portería.

Ese fue un momento de intercambio de golpes entre ambos conjuntos que tanto Bravo como su homólogo culé, Ter Stegen, lograron desbaratar con éxito esa demostración de poderío. Agravada por la fea entrada de David Silva a Piqué, que lesionó al central catalán, mientras éste se resistía a abandonar el terreno de juego, aunque cojeaba ostensivamente y le era imposible frenar a los delanteros del City. Al final en el minuto 39, tuvo que ser sustituido por Mathieu.

A pesar de esa defensa de circunstancias, el líder de la liga inglesa no inquietó mucho más porque el Barça estaba cómodo con el balón y Umtiti era un baluarte en defensa donde ayer de graduó.

Ya en la segunda mitad, llegaría la jugada clave del partido, donde un error muy grave de Claudio Bravo en la entrega del balón fuera del área, se lo regaló a Luis Suárez, éste dispararía a portería inmediatamente y el guardameta chileno pararía el balón con las manos fuera del área. Expulsión y tuvo que entrar Caballero sustituyendo a Nolito.

A partir de ese momento, la defensa del City se volvió de mantequilla perdiendo muchos balones en la construcción y tanto el tridente del Barça como su centro del campo olieron la sangre y fueron a cazar a su rival. Así llegarían los dos siguientes goles, también de Leo Messi, tras sendos balones robados por Busquets y Suárez. 3 a 0 y el Camp Nou ya era una fiesta total que disfrutaba de su equipo que aún quería más.

De todas formas, en los compases finales del partido, Mathieu cometió otro error de bulto ya que en sólo tres minutos, fue expulsado por dos entradas sobre Sterling.

Pero el talento argentino, que vivió otra noche sublime en su persecución por el balón de oro, armó una jugada en solitario brutal, sorteando a los jugadores rivales como si fueran muñecos, hasta que Kolarov se vio obligado a hacerle penalti porque fue la única forma de pararle. El delantero culé, en otro acto de generosidad, no quiso materializar un póker de goles y le cedió el lanzamiento a su compañero Neymar que lo falló, tras una buena parada de Willy Caballero.

Ante ese panorama, el delantero brasileño se enrabietó y aun tuvo tiempo, en el último minuto del partido, de regalar una gran jugada a toda la parroquia culé que acabaría reflejando el 4-0 final en el marcador.

Per Guardiola, había advertido en la víspera que sólo dos meses eran muy pocos para poder implantar su filosofía al equipo inglés y además acabó sufriendo al monstruo que él mismo inventó, Leo Messi.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)