lunes, 30 de octubre de 2017

CRÓNICA: GIRONA FC 2-1 REAL MADRID


EL GIRONA FC GANA A UNO DE LOS GRANDES CAMPEONES DE EUROPA

Partido correspondiente a la 10 º jornada, en Montilivi se vivió una fiesta, con un gran mosaico la mejor entrada de la temporada y fue espectacular, nunca dejamos de animar, eso si mucha vigilancia por todo lo que sucedió o nos dejaron muy mal.

El Girona venia de perder en Casa frente al Levante en Copa del Rey, pero con muchos cambios era previsible que pasaría esto ante un rival muy difícil, 0-2 aunque la visita del Real Madrid era la que todos los aficionados teníamos marcado en rojo, la primera vez que se enfrentaban. Y vimos al mejor Girona de todo que a pasado por aquí y remontando un 0-1 con Gol de Isco el mejor de ellos, a mi me encanta como lo hace maneja al equipo y lo hace todo perfecto. Pero el Girona tiene jugadores como Stuani y Portu cambian el gol inicial de Isco en un gran partido de los de Pablo Machín, que en la primera parte enviaron dos remates al palo. 

Por supuesto que había pánico en Madrid, pero no por el ambiente que los blancos se encontrarían en las gradas del estadio, sino por los once colosos a los que los de Zidane se tenían que enfrentar al césped. El miedo no era, pues, por la inseguridad inventada y regada con gasolina desde el país vecino, sino deportiva! Y los 90 minutos se encargaron de reflejarlo y constatarlo. No sólo en el marcador, sino también sobre la perfecta alfombra híbrida donde el Girona dio una auténtica lección al Real Madrid: de actitud, de intensidad, de ambición y, por supuesto, de fútbol. Sí. El campeón de Europa fue empequeñecido y derrotado por el Girona, y Montilivi vivió instalado de manera casi permanente en un estado de excitación nunca visto. Ni con el reciente ascenso a primera!

El Pere Pons de las grandes ocasiones, el Granell más preciso y el Portu más desbocado. Ocho de los once titulares ya estaban de la temporada pasada. Los locales fueron un equipo con las revoluciones al límite que jugó con el corazón pero sin perder nunca la cabeza.


Así salieron los seguidores del Girona de Montilivi después de ver como su equipo superaba con justicia el todopoderoso Real Madrid en una tarde memorable. Un día de aquellos que figurarán con letras bien grandes en el libro de oro de la historia del club y el que todo el mundo recordará dentro de mucho tiempo sea donde sea el Girona. Los astros se alinearon y San Narciso puso de su parte pero fue el grandioso partido de los blanco-y-rojos lo que fue determinante para derrotar los Cristiano Ronaldo, Benzema y compañía. 

Más mérito tiene todavía haber tumbado el vigente campeón de Europa teniendo que remontar el gol inicial de Isco (m.12) que supuso un buen destrempada. Costó que el balón entrara -Maffeo y Portu enviaron dos balones en los Pals- pero al final, la insistencia tuvo premio. Stuani y Portu, en los mejores cuatro minutos de la historia del club (m.55 y m.59), dieron la vuelta al marcador. El trabajo se terminó con un ejercicio de solidaridad defensiva brillante que impidió que el Madrid inquietara Bounoure hasta el final del partido. El triunfo era una realidad y la fiesta, absoluta. Y es que el éxito de ayer fue más celebrado incluso que el ascenso.


Encomendados a San Narciso y en un Montilivi abarrotado, el Girona recibió el Madrid en medio de un ambiente espectacular. Nada que perder tenían los de Machín en la histórica visita. Enfrente tenían el campeón de Europa, al que seguramente la presión ambiental de 13.000 espectadores les hacía menos que cosquillas. En cambio, para el Girona, a pesar de no haber en juego ningún título, era como una final de Champions League particular. Un duelo nunca visto en competeció oficial que tenía como premio para los gerundenses, aparte del prestigio, la posibilidad de poder arañar algún punto. Y es que todo el mundo habría firmado el empate antes de empezar.


Doce minutos duró la primera línea de resistencia blanquiazul roja. Durante este tiempo, sin embargo, Montilivi vio como Portu casi sorprende Casilla y como Maffeo estrellaba un balón al palo. El centro del lateral se envenenó y a punto estuvo de colarse en el fondo de la portería. Con el rechazo del palo, el Madrid hizo de Madrid. Y es que con un santiamén, el balón fue a pies Cristiano Ronaldo, en el área gerundense. El disparo seco del portugués el rehusó Bounoure pero dejó el balón muerto a Isco que no perdonó. Jarra de agua fría no, una cisterna de mil litros cayó en Montilivi. El Girona probaba la medicina de un Madrid que enseñaba las armas que lo han hecho casi invencible estos años. Una dosis de realidad para un Girona que, sin embargo, no hundirse.


Los de Machín habían salido a morder. Con cordura y cuidado de no perder balones en zonas peligrosas a pesar de que, a veces, la calidad del rival hacía que Bounoure se encontrara solo ante el peligro. El marroquí salvó un gol de Cristiano y vio como Benzema enviaba a las nubes solo. El Madrid no dominaba pero no le hacía falta para mandar en el marcador y disfrutar de ocasiones. El Girona no se rendía. Era demasiado pronto para bajar los brazos. Así, los de Machín, empujados por una afición entregada se reharían del 0-1. El poste nuevamente volvería a frenar la ilusión. La madera impediría el empate en un remate de cabeza casi perfecta de Portu que no entró de milagro.


Las sensaciones eran inmejorables pero el resultado no. Se llegaba al descanso con la afición haciéndose cruces de ver como el Girona había tuteado el Madrid y había hecho dos palos. Los blancos, por su parte, habían hecho el trabajo con el gol de Isco y tenían claro que con el 0-1, en cualquier contragolpe podían sentenciar.


45 minutos para ver si el Girona era capaz de mantener el ritmo de intensidad. Así sería, a pesar de que nada más comenzar la reanudación Juanpe salvara bajo palos un remate de Benzema. Aunque el aviso visitante, el Girona no cambiaría su idea de buscar la portería rival hasta encontrar el ansiado premio. Sería Stuani, quién si no, el encargado de dar vida al partido con una acción individual dentro del área en la que, tras un buen recorte, batió Casilla. Montilivi rugía. Montilivi soñaba de nuevo. Y más que lo haría después cuando Portu desviaba de espuela un disparo de Maffeo.


Montilivi gravitaba. El Girona había sacado aquella arrebato que tantos éxitos le ha dado en los últimos años y que ya exhibió en el estreno en Primera contra el Atlético para remontar el gol de Isco y adelantarse. Eran minutos de éxtasis. El público aprovechaba para fotografiar el marcador electrónico para inmortalizar el 2-1 entonces provisional. Zidane empezaba a no verlo claro y dio entrada a Lucas Vázquez y Asensio. El Girona debía resistir media hora. Cerrarse detrás no era una buena estrategia y, a pesar de que el Madrid iría embotellando los gerundenses en su área, Stuani tendría la posibilidad de hacer el 3-1. Su remate picada ante Casilla saldría lamiendo el poste. El Madrid estaba sin ideas pero el Girona iba justo de fuerzas. La entrada de Timor supuso oxígeno puro para acabar de apretar los dientes y aguantar un resultado glorioso. Ni Sergio Ramos aparecería a última hora para estropear la fiesta. El Madrid había caído en Montilivi.

Girona FC: Bounou; Juanpe, Bernardo, Muniesa; Maffeo, Pere Pons, Granell, Aday; Borja García (Timor, 73’), Portu (Kayode, 80’); i Stuani (Mojica, 87’).


Real Madrid: Kiko Casilla; Marcelo (Lucas Vázquez, 65’), Sergio Ramos, Varane (Nacho, 46’), Achraf (Marco Asensio, 65’); Modric, Kroos, Casemiro, Isco; Cristiano Ronaldo i Benzema.

GOLES:0-1 (11’) Isco. 1-1 (53’) Stuani. 2-1 (57’) Portu.


ÀRBITRO: Hernández Hernández, del colegio canario.


PÚBLICO:13.383 espectadores a Montilivi.



Artículo hecho por Mariona Sánchez

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