El Club Deportivo Tenerife
está sufriendo las consecuencias del grandísimo año que llevó a cabo la
temporada pasada, y una de ellas, son aquellos aficionados que se subieron al
barco a finales de Marzo, cuando el equipo puso la directa hacia la Primera
División, y que creen que el Tenerife está obligado a ser el equipo de la
segunda vuelta de la temporada pasada, cuando gracias a los fichajes
invernales, el equipo luchó hasta el último minuto por el ascenso de categoría,
siendo durante más de la mitad de la eliminatoria, equipo de Primera División,
y quedándonos a tan sólo un gol del tan anhelado ascenso. Y no, ni el equipo
está obligado a ello, ni el aficionado blanquiazul está acostumbrado a ello.
Hay que ser realistas, tener los pies en el suelo y ser conscientes de las limitaciones, económicas y deportivas, de la plantilla blanquiazul. También de las virtudes, evidentemente. No obstante, hay que ser exigentes, por supuesto, y mínimamente exigirle al equipo que, como bien esgrime el lema de la campaña de abonos, se deje el alma en cada partido y compita todos los minutos ante cualquier rival. También, por historia, repercusión social, plantilla y cuerpo técnico, hay que exigirles que luchen por el ascenso, que se dejen el alma en intentarlo, y que mantengan la llama viva, esa llama que estos jugadores, este cuerpo técnico y esta directiva, se encargaron de encender el año pasado.
El
Tenerife tiene el séptimo mayor tope salarial de la categoría, es decir,
en función del presupuesto, la posición del Tenerife en esta Liga 1|2|3, sería
el séptimo puesto. Todo ello tiene matices, ya que el 1º es el Barça 'B' y el
5º el Sevilla Atlético, por lo que a efectos de ascenso de categoría, el puesto
que le correspondería al Tenerife en función de su límite salarial, sería el 5º
lugar. Cabe destacar que los tres recién ascendidos superan ostensiblemente el
límite salarial del equipo isleño: Granada 17'9, Osasuna 13'2 y Sporting 11'9
millones de euros, por los 8'3 del Tenerife.
Dejando
a un lado el aspecto económico, pero sin olvidar su importancia, cabe destacar
que la plantilla también tiene limitaciones deportivas, no podemos hacer caso
de los elogios envenenados de personas ajenas al club, como Anquela, que
se ha referido al Tenerife como la mejor plantilla de la categoría. Nada más
lejos de la realidad, hemos formado una gran plantilla, sobre todo
ofensivamente, teniendo todos los recursos y variantes posibles, muy rica en el
aspecto goleador, pero también carente de un cuarto central o de un mediocentro
organizador.
Es
por todo esto que nos vendría bien un poquito de calma a toda la
parroquia blanquiazul. A los más fieles del Heliodoro, y a los que se subieron
al carro en el último tercio de la temporada anterior. A los que se quitaron la
camiseta amarilla para volver a ponerse la blanquiazul, y a los que nunca se la
quitaron ni en Segunda 'B' ni en los años de sufrimiento en Segunda 'A'. A los
que no dejaron de ir al recinto capitalino ni tras el ascenso fallido ante la
Ponferradina o tras la permanencia agónica ante el Betis; y también a los que
no recuerdan que hace cinco años estábamos en Segunda 'B'. A todos ellos
hay que pedirles calma, que este equipo sabe de dónde viene y a dónde sueña con
ir. Nunca nos fallaron los Aitor Sanz, Vitolo, Suso, Carlos Ruíz, Cámara o
Martí, y tampoco lo harán ahora.
Hay
que saber de dónde venimos, para saber a dónde vamos. Ahora, a por el Sevilla
Atlético.
Artículo hecho por David Quintero.
Artículo hecho por David Quintero.
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