
El partido de ayer en el Carlos Belmonte nos muestra una vez más lo competitiva y difícil que resulta esta categoría, que las ocasiones hay que aprovecharlas y que tener una plantilla larga es esencial para alcanzar los objetivos al final de temporada.


Borja Iglesias y Javi Ros eran un quebradero de cabeza para la defensa y tuvieron la primera gran oportunidad para el Zaragoza, pero su tiro no encontró la portería de Tomeu. Las llegadas del Zaragoza eran cada vez más peligrosas y en una estas el Alba propició una falta que Grippo lanzaría al larguero. El centro del campo del Alba estaba desarbolado pero en en 41 una transición rápida de balón y un buen pase de Zozulia dejaba a Espíndola la mejor ocasión para los locales, estrellando contra la madera su tiro.

El Zaragoza no salió tan enchufado como en la primera parte y dejaba al Alba llegar aunque sin peligro a su meta, dejando ver las carencias ofensivas de un equipo que depende demasiado del ídolo ucraniano.

La entrada de Febas activó al Zaragoza en ataque, que tendría en sus botas el gol en dos jugadas personales, la segunda la más clara, en la que cedería el balón a Vinicius pero el brasileño no definiría con acierto mandando en balón arriba.
Al final reparto de puntos que realmente no deja con buen sabor de boca a nadie y que no sirve para que ninguno de los dos se aleje lo suficiente de la zona de peligro. Cuando no se puede ganar hay que hacer lo posible por no perder, pero el Alba debe mejorar ofensivamente, reforzarse y dar una ayuda arriba a Zozulia huérfano en el campo en muchas fases del encuentro.
Artículo hecho por León Morata Ydáñez(@09lmy)
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