El F. C. Barcelona se ha proclamado
supercampeón de Europa tras derrotar al Sevilla por 5 goles a 4 en un partido
loco, de mucha tensión, casi insuperable.
Antes de comenzar a hablar de lo que ha
ocurrido en el encuentro en sí debemos destacar que unos minutos antes del
inicio, en la TV3 catalana, Roberto Fernández,
director deportivo del F. C. Barcelona dijo lo que ya se sabía que iba a
pasar tarde o temprano. Sus palabras exactas son: “Pedro nos ha pedido irse al
Manchester United”. Esta noticia ya la intuíamos que iba a pasar, puesto que
nos extrañó mucho que el delantero canario no disputase este encuentro desde el
primer minuto. Sin embargo, al finalizar el encuentro, el canario desmintió
esto y dijo que le gustaría quedarse en el Barcelona. Veremos a ver qué pasa.
El campeón de la Champions League, el F.
C. Barcelona, salió con Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Mathieu; Rakitic,
Busquets, Iniesta; Messi, Luis Suárez y Rafinha.
El campeón de la Europa League, el
Sevilla, salió con Beto; Coke, Rami, Krycho, Trémoulinas; Krohn-Dehli, Banega;
Reyes, Iborra, Vitolo; Gameiro.
El partido, como podéis ver en el
resultado ha estado muy igualado. Eso sí, en la primera parte el Barça jugó
mejor que los andaluces, y en la segunda mitad, los mejores fueron los
sevillanos que levantaron un 4-1 en contra.
El encuentro comenzó con alegría para el
equipo de Nervión. Cuando apenas pasaba 3 minutos, Éver Banega, de falta
directa, colocó el balón al fondo de la portería de ter Stegen, que hizo la
estatua. Un jarro de agua fría le cayó a los culés y a los de Lucho, pero 4
minutos más tarde, se repitió una falta muy similar, en el campo contrario, y
Messi no dudó en chutar y conseguir rápidamente el empate a 1 en el marcador. En
el 16, Krychowiak le hace falta a Messi un poco más lejana que en la anterior,
y Leo, que es mucho Messi, puso la pelota al fondo de la portería de Beto, que
poco podía hacer para detener ese misil del argentino. A partir de este momento
y hasta el final de la primera parte, el Barcelona se adueñó del partido.
Rakitic tuvo un gran ocasión, pero si queremos hablar de una muy clara, la del
Centro de Coke, que nadie remató y tuvo que llegar Alves para sacar el balón en
la línea de gol. El empate parecía que se podría producir, pero, en la jugada
siguiente, una maravillosa contra de Suárez, que empezó desde medio campo,
chutó hacia puerta, pero Beto despejó, con tal mala suerte, que el rebote le
cayó a Rafinha, y el canterano no desaprovechó la oportunidad y puso el 3-1,
que parecía sentenciar el partido. Lo voy a recalcar: parecía. Así finalizaba la primera parte, con un Barça que
dominaba y un Sevilla que fue de más a menos.
Pero como dijimos al inicio, el partido
cambió mucho. El Barcelona regresó al campo bastante frío. El Sevilla puso su
artillería e intentó desde el primer segundo, marcar un gol para abrir el
partido. Sin embargo, el gol llegaría bajo las botas de Luis Suárez, que en el
56, tras una mala defensa del Sevilla, perdieron el balón, que fue a parar a
los pies de Busquets, y con el que el canterano asistió a Suárez para que el
uruguayo pusiese el 4-1.
Todos daban por hecho la victoria de los culés, pero el Sevilla, que es mucho Sevilla, nunca se rindió y logró empatar el encuentro. El primer paso para que se diera esa situación fue en el minuto 56, en el que tras un fallo garrafal de Mathieu, dejó solo a Reyes, que no dudó en poner el 4-2, y en devolver la confianza al equipo sevillista. El equipo de Emery se apropiadó del esférico. Las ocasiones llegaban del lado andaluz. En el 71, en un saque de esquina. Mathieu agarró a Vitolo y tras 5 segundos, el árbitro, señaló penalty. Pena máxima que fue transformada por Gameiro y que hizo que la esperanza se adueñara de todos los sevillanos. No perdieron la fe, y el seguir insistiendo hasta que ese esfuerzo dio su fruto casi llegando al final del partido. Mal Bartra en defensa, que aprovechó el recién incorporado Immobile para asistir a otra nuevo ilusionante fichaje, Konoplyanka, que batió a ter Stegen y puso el 4-4 y dejó a fuego todos los corazones de los que estaban viendo y/u oyendo el partido. Tras una tangana protagonizada por Alves se terminó los 90 minutos reglamentarios, y el partido se iría a la prórroga.
Todos daban por hecho la victoria de los culés, pero el Sevilla, que es mucho Sevilla, nunca se rindió y logró empatar el encuentro. El primer paso para que se diera esa situación fue en el minuto 56, en el que tras un fallo garrafal de Mathieu, dejó solo a Reyes, que no dudó en poner el 4-2, y en devolver la confianza al equipo sevillista. El equipo de Emery se apropiadó del esférico. Las ocasiones llegaban del lado andaluz. En el 71, en un saque de esquina. Mathieu agarró a Vitolo y tras 5 segundos, el árbitro, señaló penalty. Pena máxima que fue transformada por Gameiro y que hizo que la esperanza se adueñara de todos los sevillanos. No perdieron la fe, y el seguir insistiendo hasta que ese esfuerzo dio su fruto casi llegando al final del partido. Mal Bartra en defensa, que aprovechó el recién incorporado Immobile para asistir a otra nuevo ilusionante fichaje, Konoplyanka, que batió a ter Stegen y puso el 4-4 y dejó a fuego todos los corazones de los que estaban viendo y/u oyendo el partido. Tras una tangana protagonizada por Alves se terminó los 90 minutos reglamentarios, y el partido se iría a la prórroga.
En la misma, Pedro entró por Mascherano.
Sí. Pedro, ese jugador que dicen que
tiene pie y medio fuera del Barcelona. En la primera parte, el cansancio empezó
a notarse. No hubo ocasiones clara. En la segunda parte pasó lo mismo, y todo
parecía a que nos íbamos a ir a la lotería de los penaltis, pero Pedro, al
igual que hace 6 años contra el Shaktar, en el mismo minuto incluso, en el 115,
tras una falta de Messi que centró hacia el área y en el que tras tocar la
pelota en las manos de Krohn-Delhi, y Beto tras despejar, el esférico le cayó a
Pedro, y el chico tinerfeño sin pudor alguno, chutó a puerta, para marcar el
gol que le daría el trofeo al F. C. Barcelona. Eso sí, el Sevilla buscaba el
empate, pero no hubo fortuna ni con Coke, ni la más clara de Rami, que envió la
pelota fuera, a pesar de que la portería estaba vacía, pero le había dado mal
al balón.
Con este intenso partido que nos ha dado
hasta 9 goles, el F. C. Barcelona releva al R. Madrid como campeón de esta
Supercopa de Europa.
Felicitar al campeón, al Barça por
conseguir este cuarto trofeo del año, y también, cómo no, al Sevilla, que hizo
un esplendoroso e impresionante partidazo por todo lo alto.
Ojalá la próxima temporada otro duelo
español en la Supercopa de Europa.
Señoras y señores, abróchense los
cinturones porque esto nada más acaba de comenzar. Arranca una nueva temporada
con muchas ilusiones por delante para todos los equipos. ¡Mucha suerte a todos!
Artículo hecho por Jordi
(@jorditenerife95)
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