Partido especial ésta noche en el Camp Nou y con las emociones a flor de piel. Homenaje brutal del estadio culé a su inspirador. A su mentor. Después, en lo que sucedió durante el partido, Johan no hubiera estado orgulloso.
Un Madrid temeroso, intimidado por el líder que le sacaba 10 puntos, se plantó en su campo a esperar su momento. Rifando balones constantemente sin poder aprovechar la velocidad de la BBC para salir al contrataque.
El Barça, por su parte, tocaba y tocaba pero con un Madrid
muy juntito no encontraba los espacios para perforar el área merengue. La MSN
no terminaba de encontrarse cómoda con la agresividad de la zaga blanca y los
centrocampistas no conseguían conectar con los delanteros con claridad.
En la primera mitad del Real Madrid sólo cabe destacar un
par de cabalgadas de Gareth Bale por la derecha, muy superior a Jordi Alba todo
el partido, y un remate de Benzema muy alto por encima de la meta de Claudio
Bravo.
Los barcelonistas lo intentaban sin mucha convicción para no
desguarnecer su defensa y propiciar el contrataque merengue. Buscaban no perder
balones en zonas comprometidas y a pesar de su asfixiante presión a los
defensas del Madrid en su salida del balón, no conseguían encontrar balones
francos con los que inquietar la meta de Keylor Navas. A pesar de todo, Luis
Suarez desaprovechó una ocasión clarísima ante el meta tico del Real tras una
asistencia de Neymar y el mismo meta sacó un balón complicado tras un remate
peligroso de Rakitic.
Pero todo hubiera cambiado si en el minuto 23 de ésta primera
mitad, el árbitro Hernández Hernández hubiera señalado falta de Sergio Ramos
sobre Messi en la frontal del área, porque hubiera supuesto la segunda amarilla
para el central de Camas y más de una hora su equipo jugando con diez hombres.
En la segunda mitad, todo parecía seguir igual para ambos
conjuntos, aunque con más intentonas por parte del Real Madrid de salir de la
cueva y con sólo una ocasión clara para el Barça con un remate estelar de Leo
Messi con un balón picado, que sacó Keylor de manera increíble. En ése momento,
los culés apretaban mucho y en el minuto 56, al tercer córner seguido, Rakitic
puso un balón franco para que Piqué rematara a las mallas de la portería merengue.
Euforia total en el Camp Nou y cuando ya casi se celebraba
la Liga, sólo cinco minutos después, una cabalgada de Marcelo por todo el
campo, la aprovechó Toni Kroos para ponerle un balón a Benzema, con un punto de
suerte tras un rebote, y el galo remató de manera acrobática el balón dentro de
la portería de Claudio Bravo. Golazo.
Éste gol descolocó a los culés, que perdieron el control del
partido, sólo a 20 minutos del final y Luis Enrique no lo arregló quitando a
Rakitic por Arda, cuando el trabajo del croata era impagable para darle
equilibrio a su equipo.
A partir de ese momento, las pérdidas de balón azulgranas
eran una constante y Bale y Cristiano salían como dos balas buscando la portería
de Bravo con ahínco. El galés la encontró con un remate por encima de la cabeza
de Jordi Alba al segundo palo que incomprensiblemente el árbitro anuló por
falta previa.
Quién si lo encontró fue el mismo Cristiano que se quedó
sólo ante Claudio Bravo y sólo tuvo que colar el balón por entre sus piernas
para establecer el 1-2 definitivo en el marcador.
En estos 20 minutos finales, el Real Madrid supo aprovechar
su oportunidad, tras el bajón físico del Barça, al que le pesó los compromisos
internacionales de éstas semanas y, el compromiso dificilísimo ante el Atlético
de Madrid de Champions del próximo martes.
La Liga sigue estando muy franca para los culés, con un
partido menos por disputarse y con sus rivales a 6 y 7 puntos respectivamente. Eso
sí, ésta victoria madridista en feudo culé da alas y moral a los blancos y
puede crearle dudas a los azulgranas que cortan así su racha de 39 partidos sin
perder.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)
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