martes, 19 de abril de 2016

DERBI SIN RESACA

La Feria de Abril ya es historia y el Betis habida cuenta los resultados de esta semana anterior, sigue a día de hoy con nueve puntos de ventaja sobre el primero de los puestos de descenso y la permanencia prácticamente en el bolsillo, aunque las matemáticas aún lo no afirmen. En esta guisa se afronta un tramo final de cinco partidos: los dos primeros en esta semana y con el belicismo ilusionado en que se pueda ganar a un Las Palmas que sin casi de vacaciones visita un Villamarín que nunca se le dio bien - no ganan desde 1977 - y que pudiera ser la víctima propicia de unos verdiblancos aparentemente más centrados en este choque intersemanal que en lo que, acto seguido, viene después.
Casi como si fuera domingo de Feria, pero unas hipotéticas horas después de aquellos derbis del mediodía, esperará en Nervión un Sevilla metido de nuevo hasta las orejas en competiciones europeas, descansado en Liga en el peldaño de la suerte, y con muchos de sus jugadores síntomas de agotamiento, con la vista del sevillismo puesta en Ucrania tan sólo cuatro días después de recibir al Betis, quien de solventar el partido ante los insulares tendrá ganada sin sobresaltos la continuidad en la Categoría, es decir, el objetivo propuesto desde el principio.

Pero el derbi no deja de ser lo que siempre ha sido, choques de eterna rivalidad en los que por lo menos lo mínimo que hay en juego es el orgullo: así podría definirse el objeto de este encuentro, porque todo apunta a que los ingredientes parecen escasear por su ausencia, por supuesto, siempre que el Betis no gane a los amarillos y se vea un poco más apretado por la zona peligrosa.
De manera más formal, otro año más, la diferencia de plantilla entre ambos equipos vuelve a ser muy grande - aunque no abismal -. La Historia tampoco ha sido muy beneplácita para los verdiblancos en estos ambajes cuando éstos andan por las partes medias - bajas y otros por las partes altas, más aún cuando los nervionenses continúan con su línea de llegar a finales. Por todo, empieza a quedar algo lejos aquel Beñatazo, y más cerca las humillaciones recibidas por el Betis en las últimas dos campañas seguidas en Liga, ante un eterno rival que no ha fallado cuando lo ha tenido a mano. Si hay derrota mínima o poco más, será considerado normal; pero si de nuevo hay vapuleo, regresarán de nuevo unas lamentaciones razonadas, sólo que el bético ya sabemos cómo es por norma general y entre una cosa y otra, unida a la maquinaria de prensa de Haro / Catalán, todo quedará olvidado en casi un brete, a menos que la paliza fuera tan escandalosa que dejaran cortos los anteriores vapuleos. Por lo tanto, el bético sabe que debe ir con el zurrón listo para, en el peor de los casos, volver con el rabo entre las patas, aunque muchos sigan recordando a Serra Ferrer, aquel gol de Alexis de penalti, el inolvidable 0-3 de hace veinte años, el amistoso contra la droga, o el partido homenaje a Ián Reina.....O incluso aquel gol de Oliveira en 2006, aunque mejor no recordemos mucho más los derbis en Heliópolis, porque si no...
Anónimo: La suerte se cultiva pero no se cosecha cuando uno quiere.
Artículo hecho por (Rafael Medina Delgado)

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