jueves, 5 de mayo de 2016

CRÓNICA: REAL MADRID 1-0 MANCHESTER CITY

BALE POR UNA FINAL


El Real Madrid en otra noche de conjura en su feudo consigue alcanzar la final que les puede llevar a ganar su undécima Champions. Milán ya espera a los blancos.

Y habrá final española de nuevo. Se repite de nuevo la final de 2014 tras una eliminatoria ganada por el Madrid por la mínima. 

La victoria se consiguió tras un gol de rebote a un chut de Bale que impactó en el pie derecho de Fernando ligeramente para entrar en la portería de los ingleses mediada la segunda parte.

No hay ninguna eliminatoria de Champions sencilla, pero da la impresión de que este Real Madrid estuvo solo en la eliminatoria. El City con un único disparo a puerta durante toda la eliminatoria (el día de ayer 4 disparos de los que ninguno intervino Keylor), solo inquietó a balón parado y con los tiros de fuera del área de Fernandao, Agüero y De Bruyne

El Real Madrid jugó a un ritmo lento y con una intensidad media que ni se parecía a la de la vuelta del Wolfsburgo. Un juego inteligente y dominador, con posesión y sin riesgos.

Si algo tenían claro los blancos es que no cometerían los mismos errores que contra la Juventus la Champions pasada, y bajo la batuta de unos excelsos Modric e Isco pusieron el marcador a favor. Con 1-0 y tras el tanto de Fernando en propia puerta a los 20 minutos de partido, el panorama para el Madrid era inmejorable. El Manchester City estaba dando muestras de sobra de no tener nivel para pelear por la última plaza en la final de Milán.

Las ocasiones de los blancos se sucedían y la velocidad y la gran movilidad mostrada por Isco y Bale estaban haciendo daño a un City que a punto estuvo de atragantar la cena a más de uno con el chut de Fernandao al palo, primer y de los pocos acercamientos de un Manchester City excesivamente parsimonioso.

Mención aparte merece Cristiano Ronaldo, nadie creía en su recuperación, pero como siempre volvió y a tope. A pesar de no mostrar su mayor nivel sumó al equipo, tuvo ocasiones para anotar y creó peligro y daño por las bandas. Para quitarse el sombrero, el luso es de otro mundo.

El Madrid era superior, pero durante gran parte del partido se la jugó a un cara o cruz con un ritmo perfecto para un oso perezoso. Los blancos salieron en el once con Jesé en lugar de Benzema y con Isco en el lugar de Casemiro. Las ocasiones no fueron muchas en la primera mitad, pero el dominio vikingo fue claro y patente incluso llegando a marcar Pepe el segundo de manera ilegal por fuera de juego.

Fue en la segunda parte cuando los blancos despertaron al monstruo que llevan dentro. Bombardeo a la puerta de los citizens que no obtuvo premio. El Madrid pisó el acelerador y se notó, vaya que sí se notó. Posiblemente la charla de Zidane al descanso surtió efecto.

Los blancos pasaron por el surtidor y se les encendió el piloto de la gasolina. A los seis minutos, Modric falló la ocasión más clara de todo el encuentro solo ante Hart, probablemente por pensar que se encontraba en fuera de juego tiró como si no importara cuando tenía la oportunidad de tranquilizar el corazón de todo el madridismo.

Gareth Bale mandó un cabezazo al larguero, Ronaldo marcó un tanto con la mano y tuvo un par de disparos lejanos que fueron muy centrados. A los veinte minutos, Zidane tuvo que tirar del banquillo porque no podían presionar y robar la pelota pese al ritmo lento de todo el encuentro. A los blancos les faltaba frescura, que se buscó recuperar con la entrada del niño de los ojos del madridismo Lucas Vázquez Y James. Pellegrini también sacó la artillería con Iheanacho y Sterling y, a partir de ahí, el partido sólo se jugó en el campo del Real Madrid.

Un Madrid pertrechado en su área sufrió más de la cuenta sin necesidad. El pasito atrás pudo costar más de un susto, ya que un gol de los ingleses suponía decir adiós a la ansiada undécima. El sueño podría acabar en pesadilla por una mezcla de cobardía y un excesivo conservadurismo. El arma de los blancos para los últimos minutos las contras, unos contraataques que a punto estuvieron de acabar en gol, pero la impresición pudo más que con las ganas.

El Bernabéu con un ojo en el reloj del marcador y otro en el campo se encomendaba a todos los dioses, pero no esperaban que su dios fuera tico o galés.  Keylor Navas tuvo que hacer una salida arriesgada para despejar con la cabeza y salvar de un susto a los suyos. 

Zidane mientras apuraba los minutos sacando a Kovacic por Modric y esperaba el sonido de un pitido celestial que le llevara a Milán. Y tras un final dramático con un tiro del Kun que acarició las redes superiores, el árbitro decretó el final de un partido que pone al Madrid de nuevo en una final de su competición fetiche. 

De nuevo final española, la Liga sigue haciendo historia y se reeditará la gran final de 2014, un derbi en Milán con todas las espadas en alto. Los colchoneros con ansias de venganza, los blancos a dar una estocada de la que los atléticos pueden no levantarse.

Un equipo que en el mes de diciembre estaba abocado al fracaso con Benítez y que ha experimentado una recuperación milagrosa de la mano de Zidane y de unos jugadores que se están dejando el alma y el físico incluso como demostró hoy Cristiano Ronaldo. 

Los merengues estarán presentes en la final del 28 de mayo y pelearán hasta la última jornada por el título.Todo gracias a Gareth, el galés Bale por una final.

Ficha técnica

Real Madrid, 1: Keylor Navas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo; Kroos, Modric, Isco (James, m.68); Bale, Cristiano Ronaldo y Jesé (Lucas Vázquez, m.56)
Manchester City, 0: Hart; Sagna, Kompany (Mangala, m.10), Otamendi, Clichy; Fernando, Fernandinho; Navas (Iheanacho, m.69), Touré Yaya (Sterling, m.61), De Bruyne; y Agüero

Gol: 1-0, m.20: Fernando, en propia meta
Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Mostró tarjeta amarilla a De Bruyne (m.30), Fernando (m.71) y Otamendi (m.90), del Manchester City; y a Lucas Vázquez (m.82), del Real Madrid
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 80.000 espectadores, entre ellos unos 3.000 aficionados ingleses. Presenció el encuentro en el palco de honor el rey Felipe VI y la princesa Sofía. También asistieron los tenistas Rafa Nadal y Novak Djokovic

Artículo hecho por (@jorgemartin77)

No hay comentarios:

Publicar un comentario