MAIKEL DECIDE LA IDA, PERO NO LA ELIMINATORIA
El de ayer no era un día cualquiera de fútbol en el estadio El Sadar, había muchos alicientes deportivos y emociones para que no lo fuese a pesar de la meteorología cambiante, pero eso no impidió lo vivido en el campo. Osasuna despedía la temporada 2015/2016 como local en un partido donde había en juego parte del ascenso ante otro gran rival como el Girona, un lleno hasta arriba para presenciar el duelo, que la afición llevase de nuevo en volandas al equipo, esta fantástica unión que siempre habrá pase lo que pase. Aparte, Mikel Merino pisaba por última vez el césped del equipo de su tierra, el último servicio de un futbolista que ha crecido mucho en todos los aspectos a pesar de su juventud, y fichado en Febrero por el Borussia Dortmund. No era un día más. Pero el equipo catalán quería aguar la fiesta, conseguir un resultado positivo para rematar la faena en su casa y hacer historia.
El partido comenzó de la mejor manera posible para los rojillos, en el minuto seis, Kodro volvió a ver puerta con un cabezazo y adelantar a Osasuna tras un centro preciso de Miguel De las Cuevas. A pesar de que Becerra pudo hacer más, era el primer gol que los navarros metían a los gerundenses en dos temporadas. Poco a poco, el dominio local fue diluyéndose y los de Machín comenzaron a tocar y llegar al área rival con algunos centros sin excesivo peligro. Se igualaba todo, muy pocas ocasiones y los dos tratando de anularse a pesar de hacer su juego. Ambos reclamaron penaltis a favor por agarrones, pero el árbitro decidió que no fue suficiente para ello y acertó.
Tras el descanso, hubo muchas alternativas de juego. El Girona debía irse hacia arriba en busca de un gol que le daba vida, pero no terminaba de encontrarse cómodo. El segundo tiempo comenzó otra vez con la iniciativa rojilla que quería otro gol para encarrilar la eliminatoria. Y lo tuvo con las ocasiones de Nino que entró en el descanso y De las Cuevas, pero Isaac Becerra y la defensa lo impidieron El Girona se fue asentando de nuevo y jugaba a lo que le gustaba y esta vez creando más peligro mediante la estrategia. En el 73 llegaba el empate en un córner precedido de una combinación fantástica. Lo hacía Kiko Olivas, que dejaba mal al rival. La afición visitante, presente y tambien animando mucho a los suyos, se venía arriba. El 1 1 era un gran resultado para los de Machín que se sentían cómodos unos minutos pero cinco más tarde estallaba la locura. Maikel Mesa hacía el segundo con un remate en el área pequeña y daba la victoria a Osasuna.
Con este 2 1, Osasuna se lleva la ventaja a Montilivi pero nada está sentenciado. El Girona deberá volver a remontar como en la semifinal, y si tomamos de ejemplo la final de 2015, ambos deberán ir a ganar a pesar del resultado favorable hacia uno. Al terminar el partido, el equipo dio una vuelta de honor agradeciendo a la afición su apoyo durante la temporada y el ocho rojillo acabó manteando en su despedida citada antes
Artículo hecho por Dani (@cirismo)
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