CRÓNICA: HÉRCULES CF 1-1 FC BARCELONA

LOS SUPLENTES, TAMPOCO

El Barça se presentó anoche en el Rico Perez de Alicante, con un equipo plagado de suplentes y jugadores del filial, para enfrentarse al Hércules en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.


Borja López, Aleñá y Carbonell fueron los tres jugadores del Barça B que tuvieron el honor de participar de inicio en éste partido, con Rafinha de capitán, que formaba tridente atacante con Arda Turan y un Paco Alcácer de nuevo negado de cara a gol.

A pesar de que no jugaron los titulares, el Barça necesitaba lavar su imagen tras los dos últimos empates en Liga, acompañados de un juego muy pobre, pero anoche tampoco lo consiguió.

A pesar de tener mucha posesión de balón, poca garra y pocas ocasiones acompañaron anoche al equipo y los jugadores que habitualmente ocupan el banco, demostraron el porqué.

Incluso el defenestrado Aleix Vidal tuvo su oportunidad, que tampoco aprovechó. Sea por la falta de minutos y confianza de estos jugadores o por su conformismo, sin duda Luis Enrique no puede estar contento con su trabajo de momento y tiene que tomar medidas si realmente, a día de hoy, sigue creyendo que es la mejor plantilla con la que ha contado desde que llegó al Barça hace cerca de tres años.

Incluso los culés empezaron perdiendo, tras un error en cadena de toda su defensa, empezando por Aleix, siguiendo por Borja y terminando en Digne, que se comieron un centro desde la banda izquierda de Álvaro Salinas, que Mainz remató a puerta sin que Cillessen pudiera hacer nada para evitar el gol. Era el minuto 53 y el Barça empezaba a jugar a contrarreloj. Necesitaban mínimo un gol para evitar el ridículo ante un equipo de Segunda B y ahorrarse también, tener que remontar un marcador adverso a la vuelta.

Pero no le duró mucho la alegría al Hércules ya que el debutante, aún juvenil, Carles Aleñá, sonrojó a todos los “mayores” con un trallazo de 30 metros lleno de rabia y calidad, que sorprendió al portero Ivan Buigues y volvía a poner las tablas en el marcador.

A partir de ese momento, el Hércules tuvo miedo de que el buen planteamiento de Tevenet y su esfuerzo se fueran a la basura, porque el Barça apretó de lo lindo y lo intentó de todas las maneras posibles, pero el marcador ya no se movería más. Incluso otro debutante, Marc Cardona, tuvo dos al final del partido muy claras, que le podían haber dado la victoria a su equipo. A pesar de eso, mostró buenas maneras y se ganó que Luis Enrique le dé más oportunidades en el futuro.

Partido éste que no sirve de referencia para el Clásico del próximo sábado porque, presumiblemente, ninguno de los que jugó ayer será titular, pero deja una sensación muy preocupante a toda la parroquia culé, que espera un paso al frente de sus jugadores en breve para no lanzar la temporada al garete antes de tiempo.
Artículo hecho por Meri (@Mtenas)