Hay que reconocer, que el CD Tenerife llega por suerte "vivo" al partido de vuelta del playoff de ascenso a primera división. Y digo suerte, porque debió perder por más. El pasado jueves se salvó de un gol legal que fue mal anulado y sobrevivió a un partido del que sale en desventaja para la vuelta, pero corta para los méritos desplegados en el Ramón de Carranza.
Me esperaba algo así de Álvaro Cervera. Un planteamiento asfixiante, que ahogará a los blanquiazules. Lo que no me esperaba era algo así de Martí, que inventó el día que no tocaba. Como si el partido no fuera una final.
Sinceramente me decepcionó el Tenerife. Hay formas y forma de perder, y la de éste jueves fue una imagen pobre y inaceptable. Me decepcionó la actitud competitiva de un equipo, que la próxima temporada aspira jugar en primera división. No hubo desidia (¡Válgame Dios!). Fue cuajo, solidez, madurez para afrontar un duelo de este tipo y calibre. Solo vi a Raúl Cámara resistiéndose a la situación, peleando contra los elementos, achicando agua del barco. A los nuestros les temblaron las piernas el día menos indicado. Besaron la lona en una ocasión, pero se quedaron en pie para el siguiente asalto.
Y eso es lo bueno. Las malas sensaciones de la ida pueden borrarse de un plumazo en la vuelta. Basta con volver a ser el Tenerife. El competitivo, el que niega el paso a las malas noticias, el que da más alegrías que penas en el Heliodoro. Basta un 1-0 tras 120 minutos siempre que se marque antes del 90.
Me preocupa un poco el ambiente que se respirara este domingo en el Heliodoro Rodríguez López. Se prevé un lleno absoluto, y eso puede ser un inconveniente (espero que no) Ya se ha visto esta temporada, que algunos jugadores se acojonan ante casi 24.000 aficionados.
Pero igual hacen falta 3 si marca el Cádiz. No hay margen de error. Todo o nada en 90 minutos. Seguir adelante o vacaciones. Yo creo en la remontada. He vivido partidos épicos, victorias historicas en este estadio. Cuando el Heliodoro ruge, cualquier rival cae derrotado. Aqui el todopoderoso Real Madrid se dejó dos ligas consecutivas, la Lazio de Pavel Nedved cayó 5:3 en una noche inolvidable, la goleada al Betis en la promoción. De momento, no me bajo de la guagua. Como muchos que se subieron este jueves y ya están arrepentidos. Gente de poca fe.
Artículo hecho por Alejandro López (@Alejandro_lpes)
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