UN BARÇA HUMANO
NO CEDE ANTE UN BUEN ALAVÉS
El Barça se encontró anoche un partido duro y difícil ante un Alavés, que plantó cara de principio a fin y que recordó al último equipo que ganó en Liga en el Camp Nou, en setiembre de 2016.
El Barça se encontró anoche un partido duro y difícil ante un Alavés, que plantó cara de principio a fin y que recordó al último equipo que ganó en Liga en el Camp Nou, en setiembre de 2016.
Los catalanes empezaron con mucho balón pero sin
profundidad, en gran medida debido al cambio de laterales. Semedo y Digne no
aportaban lo que si hacen los titulares. Además, el Alavés salía con unos
contrataques muy peligrosos, con muchos efectivos y cogiendo de improviso a la
despistada defensa culé. Hasta que pasó lo inevitable, Guidetti cogió un balón
en propio campo, sin que ningún defensa azulgrana pudiera pararle y se plantó
sólo en el área de Ter Stegen, que nada pudo hacer para evitar el gol.
El Barça lo intentaba con constancia pero sin llevar mucho
peligro, aunque todo podía haber cambiado si el árbitro, al filo del descanso,
hubiera pitado un penalti de Laguardia por empujón a Suárez, que le impidió que
pudiera controlar el balón. En ésta primera mitad, también Wakaso pudo ser
expulsado por un pisotón a Coutinho aunque, como ya tenía tarjeta amarilla, el
árbitro no quiso enseñarle la segunda.
Con Coutinho desaparecido por la derecha y sin la profundidad
de los laterales, Valverde decidió, poco después de empezar la segunda mitad,
dar entrada a Sergi Roberto y Jordi Alba, cosa que se notó enseguida. Ambos
pisaban la línea de fondo con asiduidad y el Alavés tuvo más complicaciones
para defender.
El gol no llegaba y el Camp Nou empezaba a impacientarse,
hasta que en el minuto 72, Iniesta hizo una jugada de extremo izquierdo y logró
centrar el balón al segundo palo, para que Luis Suárez rematara a gol con todas
sus fuerzas, octava jornada de Liga seguida marcando para él y su récord
absoluto desde que es culé.
Un poco más tranquilos, los azulgrana siguieron buscando el
gol de la remontada, pero sin descuidar su defensa, debido a que seguían los
peligrosos contrataques del “Glorioso”, con Ibai siempre descolgado en el
segundo palo y que se encontraba sistemáticamente sólo. Pero a 6 minutos del
final llegó la jugada del segundo gol culé. Tras una falta a Paco Alcácer en la
frontal del área, que nunca debió señalarse, debido a que el jugador valenciano
venia de fuera de juego cuando tocó el balón. Leo Messi la picó magistralmente
y, aunque Pacheco la tocó, no pudo hacer nada para que se colara en su portería.
De aquí al final, los azulgrana reclamaron un penalti de
Wakaso a Messi y los vascos uno de Umtiti por tocar el balón dentro del área
con la mano, pero el árbitro no quiso saber nada de ninguno de los dos.
El Alavés se marchó fastidiado porque merecía sacar mucho
más del Camp Nou y los culés contentos por seguir manteniendo la distancia en
el liderato con sus perseguidores. Los azulgrana visitaran al Espanyol en
Cornellá la próxima semana y el Alavés recibirá al Celta de Vigo, en otro
partido complicado para los del “Pitu” Abelardo, que le ha cambiado la cara a
su equipo desde que cogió sus riendas a mitad de temporada.
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