domingo, 4 de septiembre de 2016

CRÓNICA: CD MIRANDÉS 3-2 CÁDIZ CF

MEJOR NI HABLAR...

El encuentro disputado en Anduva dio mucho de qué hablar, tanto por el juego de los equipos como por el juego del árbitro alicantino.

El Cádiz comenzó dominando el partido, con llegadas al área contraria con cierto peligro y advirtiendo del asedio que iba a prestar aquella tarde de sábado en Burgos. 
En el minuto 7, un centro de Álvaro es rematado por Ortuño, es despejado por Sergio Pérez, y el rechace lo caza el goleador cadista para conseguir el 0-1, y el tercero de su cuenta particular esta temporada.

El Mirandés seguía sin sentirse cómodo en su propio campo, viendo como el conjunto amarillo seguía acechando la portería rojilla. Brian Oliván mereció el gol en el minuto 22 con un fuerte disparo que salió muy cerca del palo. Los amarillos iban a tener que defender una réplica del Mirandés que repelió Cifuentes.


Iba a ser en el minuto 32 cuando el Cádiz se iba a despegar más en el marcador con un golazo precioso de Salvi. Ortuño se encontró un balón al borde del área que controló de forma aérea y abrió a la banda para que el extremo pegara con el exterior del pie al palo cruzado en forma de volea. El partido se le ponía muy cuesta arriba al conjunto de casa, hasta que en el minuto 35 llega la expulsión del mediapunta cadista, Gorka Santamaría. Inexplicablemente, las razones de ambas amarillas son: la primera por beber agua después del gol del Cádiz debido a las altas temperaturas en Anduva a las 16:00; y la segunda, por tropezar con un rival por detrás y hacer que éste cayera al suelo. Nadie se lo podía creer.


El partido cambió su rumbo inexorablemente y el Cádiz no pudo evitar lo que iba a ser una catástrofe provocada. Antes de terminar la primera mitad, el Mirandés ya avisaba del peligro que iba a tener con superioridad numérica, provocando un contraataque que tuvo que ser evitado por la defensa cadista.


Aunque los rojillos intentaban llevar la batuta del partido, el Cádiz tuvo una ocasión en el 48 que pudo subir el tercero al marcador a cuenta de Álvaro García, tras pasar por todo el tridente ofensivo cadista. Sin embargo, dos minutos más tarde, otra decisión arbitral bastante rigurosa, iba a dejar el partido muy encaminado para el Mirandés a señalar un penalti de Garrido. Eguaras no iba a perdonar y pondría el 1-2 en el luminoso.


El combinado local seguiría intentando el gol del empate y poniendo en apuros a Cifuentes, hasta que en el minuto 55, una internada de Maikel Martín cruzándola al palo largo dentro del área, pondría el empate. El Cádiz hizo debutar a los tres jugadores nuevos que habían sido convocados, pero ni metiendo piernas frescas se iba a poder salvar el partido.


Fue en el minuto 65 cuando un centro lateral del Mirandés iba a ser aprovechado por Guarrotxena para poner la remontada final en el partido y dejar al Cádiz con la moral por los suelos. Poco más que contar del partido después del gol de la victoria rojilla.

Los aficionados de muchos equipos de la categoría han catalogado como "robo" al Cádiz ya que la actitud y el trabajo del árbitro alicantino Ais Reig dejaron muchísimo que desear...
Artículo hecho por Blas del Valle (@Blaas7)

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